Asumo esta responsabilidad que hoy se me encarga con la humildad de saber que tengo mucho para aprender, por lo tanto estaré totalmente dispuesto a escuchar, tanto de los que comparten mis ideas y también de aquellos que no lo hacen.
Es hora de continuar el camino aquel que se abrió en el 2003, cuando se comenzó un importante cambio, este camino hay que continuarlo con las correcciones que el tiempo y las consecuencias nos plantean.
Confío absolutamente en el equipo de gobierno que me acompañará y que lo ha venido haciendo hasta aquí, en el personal municipal y por supuesto mucho en este Concejo con quienes vamos a llegar a los destinos con soluciones para aquellas necesidades que aquí se plantean y que sabemos que tenemos inconclusas; apelo a la fuerza de los vecinos de San Rafael, que es tan conocida, y que se proponen todo el tiempo enfrentar situaciones complicadas como las que hemos vivido, yo apelo a esa fuerza y espero respaldarme en ella.
A todos les pido colaboración, y cuando digo a todos es a todos, porque la vemos a necesitar, porque necesitamos crear una mejor comunidad, mejorarla cada día, porque una sociedad que no prospera, que no avanza, donde uno no puede resolver su vida, es una sociedad injusta. Para eso hay que trabajar y en eso me van a ver trabajar como intendente, en las cosas cotidianas y de todos los días, como también en los proyectos más ambiciosos.
Le agradezco a la militancia su permanente apoyo, a la cual le pido mucha tolerancia y mucho compromiso en la gestión.
Agradezco profundamente al Justicialismo que me trajo hasta aquí, que confió en nosotros y en este proyecto. Cómo no agradecer a mi familia, a mi esposa, a mis hijos pidiéndoles perdón por las ausencias, por las que fueron y las que serán, propias de esta actividad que abracé desde muy pequeño; a mi madre por su fortaleza, a mi hermano Omar por confiar y pretendo ser intérprete de aquella transformación que comenzó en el 2003 y que nosotros tenemos el objetivo de continuarla sin detenernos.
Un agradecimiento especial a Cristina Da Dalt porque ha demostrado a todos y especialmente a toda la militancia, una terrible vocación con un permanente sentido de pertenencia y como se crece políticamente y como alguien se convierte en un gran dirigente.
Quiero hacer una mención especial a mi padre que me guía con su testimonio y con su ejemplo, yo anhelo, en el futuro y cuando los tiempos de la función pública se hayan terminado, poder caminar por la calle entre los vecinos de mi querido San Rafael con la frente alta como el lo hace todos los días.
Les ofrezco lo mejor de mí y muchas gracias.